lunes, 30 de julio de 2012
ESTUDIO CLÍNICO Y EFECTOS INMUNOMODELADORES DEL GANODERMA LUCIDUM EN PACIENTES CON SIDA Y VIH
1) Efectos inmunomoduladores In Vitro de extractos de Ganoderma lucidum (Reishi).
Nuestros estudios preliminares in vitro indicaron que ciertos extractos de Ganoderma lucidum
o Reishi pueden funcionar como inmunorestauradores en individuos con supresión inmunológica suave a moderada. El efecto puede ser debido a cambios en los fenotipos de las células T, o por realce de la función de la célula T. Por lo tanto, la selección apropiada de los pacientes en los ensayos es esencial para garantizar el resultado del estudio.
2) Estudio clínico de pacientes con VIH en Tailandia tratados con Reishi micronizado.
Un polvo fino de Ganoderma lucidum Japonés fue administrado a 10 pacientes con infección de VIH avanzada. Solo un paciente había tomado antiretrovirales por dos o más meses antes de enrolarse en el estudio y la cuenta de CD4 todavía permanecía por debajo de 200 células/milímetro cúbico. Los mismos regímenes antiretrovirales fueron mantenidos a través del período de 12 semanas de estudio; los pacientes fueron observados cada 4 semanas para revisar los cambios en la carga viral de VIH y CD4. Los resultados indicaron que el Reishi micronizado era bien tolerado. Sin embargo, el producto no mostró beneficios apreciables ni en los síntomas clínicos, la cuenta de CD4 o las cargas virales de VIH.
Por lo tanto, es deseable purificar los ingredientes activos de los hongos, tales como los terpenoides y los polisacáridos incluyendo beta-D-glucán y su complejo proteínico antes de estudios clínicos adicionales.
Referencias:
1. T. Mizuno: Anti tumor Active Substances of Mushroom Fungi, Based Science and Latest Technology on Mushroom, pp. 121-135 (1991), Nohson Bunka Sha, Tokyo.
2. T. Mizuno: Chemistry and Biochemistry of Mushrooms, pp. 35-45, 211-221 (1992), Gakkai Shuppan Center, Tokyo.
Enfermedades Auto inmunes y Medicina Sistémica
Las enfermedades autoinmunes pertenecen a un gran grupo de patologías adquiridas que tienen en común múltiples alteraciones inmunológicas e inflamatorias del tejido conectivo. Con el enfoque de la Medicina Sistémica (con plantas superiores) se puede lograr el restablecimiento total o parcial del 80% de pacientes, sin los efectos secundarios que pueden producir los tratamientos convencionales.
Este tipo de padecimientos comparten ciertas características clínicas, lo que dificulta su diagnóstico diferencial. Los hallazgos comunes incluyen: sinovitis, pleuritis, miocarditis, endocarditis, pericarditis, peritonitis, vasculitis, miositis, erupciones cutáneas, alteraciones del tejido conectivo y riñones. Los exámenes de laboratorio con frecuencia revelan anemia hemolítica, plaquetopenia, leucopenia, exceso o déficit de inmunoglobulinas, presencia de anticuerpos antinucleares, factor reumatoide, crioglobulinas, elevación de enzimas musculares y alteraciones del complemento sérico (C3,C4,CH50).
Este tipo de padecimientos comparten ciertas características clínicas, lo que dificulta su diagnóstico diferencial. Los hallazgos comunes incluyen: sinovitis, pleuritis, miocarditis, endocarditis, pericarditis, peritonitis, vasculitis, miositis, erupciones cutáneas, alteraciones del tejido conectivo y riñones. Los exámenes de laboratorio con frecuencia revelan anemia hemolítica, plaquetopenia, leucopenia, exceso o déficit de inmunoglobulinas, presencia de anticuerpos antinucleares, factor reumatoide, crioglobulinas, elevación de enzimas musculares y alteraciones del complemento sérico (C3,C4,CH50).
Dentro del grupo llamado enfermedades autoinmunes, se encuentran: artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, polimiositis, dermatomiositis, síndrome de Sjogren, rabdomiólisis, poliarteritis nodosa, poliangeítis microscópica, polimialgia reumática, arteritis de células gigantes, enfermedad de Still, granulomatosis de Wegener, crioglobulinemia, púrpura de Henoch-Schonlein, síndrome de Behcet, espondilitis anquilosante, anemia hemolítica autoinmune, hepatopatia autoinmune y otras.
Otro común denominador de este grupo de enfermedades, es el tratamiento utilizado convencionalmente, el cual consiste en drogas con efectos inmunosupresores (drogas depresoras del sistema inmunológico) tales como:
• Ciclosporina y tacrolimo (los cuales causan nefrotoxicidad, hipertensión, neurotoxicidad, etc.
• Prednisona, metilprednisolona y otros corticosteroides suprarrenales (asociados a úlceras gástricas, diabetes, osteoporosis, infecciones recurrentes, hipertensión y otras)
• Azatriopina, mofetil micofelinato, ciclofosfamida, los cuales son agentes citotóxicos no selectivos (sus principios activos destruyen el DNA de células enfermas y sanas sin distinguirlas)
• Hidroxicloroquina, Metotrexate (asociados a daños a nivel retiniano y hepático respectivamente)
Dentro del grupo de adaptógenos utilizados en Medicina Sistémica para el tratamiento de este tipo de enfermedades, destacan un grupo de plantas superiores con principios activos conocidos y comprobados efectos inmunomoduladores (modulación de la actividad inmunológica, sin suprimirla), entre ellas: Astrágalus membranáceus, Ganoderma lucidum, Morinda citrifolia y Sutherlandia frutescens, que actúan de manera sinérgica, potenciando cada una a la otra (mecanismo de sinergia herbaria) por lo que su utilización en combinaciones logra resultados mayores que la suma algebraica de cada una de ellas.
La inmunomodulación y no la inmunosupresión, es la vía correcta para el tratamiento de pacientes con enfermedades autoinmunes, ya que la regularización de la actividad del sistema inmunológico conlleva a la remisión del problema, es decir, corrige la causa de la enfermedad, a diferencia de los tratamientos convencionales que tratan el síntoma y tienen efectos secundarios de tanta severidad, que en muchas ocasiones ponen en peligro la vida del paciente.
La secuencia para que se manifieste una enfermedad incurable es:
1) agente agresor,
2) debilitamiento de la Inteligencia biológica y
3) "incurable".
En vista de esa lógica, la Medicina Sistémica postula que para poder obtener la remisión clínica del paciente con enfermedades "incurables" (incluyendo las enfermedades autoinmunes), es necesario:
1. Restablecer la Inteligencia biológica con adaptógenos que estimulen la Inteligencia biológica.
2. Eliminar al/los agentes causales (biológicos, físicos, químicos y emocionales).
Con el enfoque de la Medicina Sistémica se puede lograr el restablecimiento total o parcial del 80% de este grupo de pacientes, sin los efectos secundarios que pueden producir los tratamientos convencionales.
Dr. Alberto Muhammad
Director Médico CMA
Lee más en: http://hongomania.ning.com/profiles/blogs/el-ganoderma-y-el-sida#ixzz22Am9C2U4
Reishi (Ganoderma Lucidum) contra las Alergias
El Reishi para tratar las alergias
Para tratar las alergias existen muchos remedios, tanto naturales como químicos, pero en este artículo hablaremos del Reishi y sus múltiples ventajas. ¿Sabías que el Reishi es un hongo y que además de para tratar las alergias tiene otros beneficios?
El Reishi (Ganoderma lucidum) es uno de los hongos más conocidos ya que además de venir siendo usado por la Medicina Tradicional China desde hace siglos como remedio natural para múltiples dolencias ha sido sometido en los últimos años a múltiples estudios.
Japón ha sido, sin duda, uno de los países que más ha investigado sobre la efectividad de los hongos para curar diferentes enfermedades.
Japón ha sido, sin duda, uno de los países que más ha investigado sobre la efectividad de los hongos para curar diferentes enfermedades.
Las alergias
Las alergias, bronquitis crónicas de tipo alérgico, el asma y dermatitis de contacto suelen activarse, en la mayoría de los casos, cuando nuestro organismo entra en contacto con un alergeno (polen, pelo de algunos animales, polvo, humedad, etc.) que nos hace liberar histamina. El estrés, la ansiedad o un bajo nivel de defensas colaboran en desencadenar o agravar las alergias.
¿Qué aporta el Reishi para tratar las alergias?
El Reishi es rico en una serie de compuestos muy interesantes para tratar las alergias:
Triterpenoides: hacen la función de antiinflamatorios naturales que desinflaman el aparato respiratorio calmando y suavizando las molestias respiratorias.
Ácidos ganodéricos: reducen la liberación excesiva de histamina y disminuyen a la vez la tendencia o predisposición a las alergias.
Lanostina: tonifica las glándulas suprarrenales mejorando así nuestra respuesta ante las alergias. Los síntomas serán más cortos en su duración y su intensidad.
Gran efecto antioxidante: el hecho de fortalecer nuestro sistema inmunológico terminan por hacer del Reishi un remedio natural muy eficaz para tratar las alergias evitando esa tendencia y disminuyendo sus síntomas o molestias (sensación de ahogo, picores, estornudos, cansancio, congestión nasal, etc.).
Estudios realizados
La ventaja del Reishi para tratar las alergias es que ha sido sometido, como ya hemos comentado, a múltiples estudios.
El profesor Kazuo Yamazaki de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Hiroshima; el Dr. Michinori Kubo del Centro de Medicina de Kinki, los doctores Shigeru Arichi Hayashi Teruaki o el Dr. Andrew Weil, de la Universidad de Harvard son sólo algunos de los muchos especialistas que han estado estudiando la eficacia del Reishi para tratar las alergias y otras enfermedades relacionadas.
Conclusión sobre el Reishi para tratar las alergias
Aunque la Medicina Tradicional China ya hace siglos que ha comprobado que el Reishi va bien para tratar las alergias siempre es un motivo de alegría que la ciencia o medicina actual lo confirme ya que es un modo de que más médicos y pacientes piensen en los remedios naturales para tratar sus dolencias sin efectos secundarios.
Presentación del Reishi
El Reishi se suele conseguir en la mayoría de países en forma de cápsula o comprimido y se suele vender en farmacias y herbolarios. La dosificación, como siempre, dependerá de cada caso.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa.
Autor: Josep Vicent Arnau (Neurópata y Acupuntor)
Información Disponible en: http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1820
Reishi (Ganoderma Lucidum) contra el Cáncer
Cáncer: qué es, qué lo causa y cómo tratarlo (XXXVII)
LOS HONGOS SHIITAKE, REISHI, MAITAKE Y KOMBUCHA, EFICACES EN EL
TRATAMIENTO DEL CÁNCER
Utilizados desde hace milenios como medicinas imprescindibles por las más antiguas tradiciones orientales pero ignorados por la ciencia occidental hasta hace muy poco los hongos siguen esperando a que nuestros oncólogos reconozcan su valor en el tratamiento del cáncer. Hongos como el Shiitake, el Reishi, el Maitake o el Kombucha han demostrado en numerosos estudios de laboratorio con animales y en algunos casos con pacientes su capacidad para reforzar el sistema inmune sin producir efectos tóxicos. El factor común a todos ellos es la presencia de un polisacárido natural, el betaglucano, al que los científicos reconocen ya hoy su valor como inmunomodulador anticancerígeno.
Utilizados desde hace milenios como eficaces remedios por las más antiguas tradiciones orientales pero ignorados hasta hace muy poco por la actual Medicina alopática los hongos siguen esperando a que nuestros oncólogos reconozcan su importancia en el tratamiento del cáncer. En el nº 58 de la revista vimos ya las enormes cualidades del Agaricus Blazei Murill, más conocido como "el champiñón del sol". En este hablaremos de las propiedades del Shiitake, el Reishi, el Maitake y el Kombucha. Y es que en Oriente se conocen sus propiedades terapéuticas desde tiempo inmemorial.
El Shiitake, por ejemplo, se usa desde hace más de 6.000 años por sus virtudes medicinales y es conocido por los practicantes de la Medicina Tradicional China como "hongo de la longevidad o elixir de vida". El Kombucha se consume en China desde hace más de 2.500 años para controlar distintos tipos de enfermedades. El Reishi es citado ya por el más conocido médico de la dinastía Ming, Li Shih-Chen, en su famoso libro Ban Chao Gang Moo (La gran farmacopea) en el que escribiría: "Tomar continuamente Reishi ayudar a desarrollar un cuerpo fuerte y saludable, y asegura una larga vida". Y el Maitake llegó a ser tan valioso en tiempos feudales -tanto por su excelente sabor y textura como por sus beneficios terapéuticos- que su peso se pagaba en monedas de plata.
Bueno, pues a pesar de ello la farmacología occidental los ha ignorado y eso que son numerosos los estudios científicos que se han realizado sobre sus propiedades terapéuticas. Eso sí, la mayoría en centros de investigación de Oriente. Claro que según los mismos el secreto de su eficacia está en la sinergia de todos sus componentes (aunque alguno pueda potenciar determinados efectos más que otros) y esa es la razón de que prácticamente no existan grandes ensayos clínicos occidentales con ellos en pacientes de cáncer. Y es que ningún gran laboratorio está dispuesto a gastarse miles de millones de dólares en demostrar que son poderosos anticancerígenos porque, ¿cuál sería su beneficio teniendo en cuenta que no podría patentarlos y sus principios activos, aisladamente, no tienen la misma efectividad?
Y, sin embargo, existen suficientes estudios científicos "in vitro" y en animales así como experiencia clínica en humanos como para sostener que todos ellos son útiles para tratar el cáncer. Quienes alberguen dudas no tienen más que leer un trabajo reciente -se dio a conocer en octubre del 2004- de los investigadores polacos J. Rajewska y B. Balasinska titulado Compuestos biológicamente activos de los hongos comestibles y su beneficioso impacto en la salud. A modo de resumen, ambos investigadores señalan: "Los hongos comestibles son una valiosa fuente de compuestos biológicamente activos. Algunos son usados para la prevención y terapia de enfermedades como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Su mecanismo antitumoral es complejo. Las sustancias biológicamente activas en los hongos disminuyen el daño sobre el ADN, reducen las concentraciones carcinógenas y su activación, inhiben el crecimiento de las células cancerosas a través de la eliminación de los radicales libres, estimulan el sistema inmune e inducen la apóptosis de las células tumorales. El estímulo del sistema inmunológico por los compuestos biológicamente activos presentes en los hongos comestibles protege contra el frío, la gripe y las infecciones. Y también ayuda en la inhibición viral del VIH. Los hongos contienen además sustancias eficaces que disminuyen la fracción LDL del colesterol en sangre. Asimismo previenen la acumulación de triacligliceroles en suero reduciendo así el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Propiedades terapéuticas que provienen de polisacáridos específicos como los betaglucanos y quitosanos presentes en ellos".
Y, sin embargo, existen suficientes estudios científicos "in vitro" y en animales así como experiencia clínica en humanos como para sostener que todos ellos son útiles para tratar el cáncer. Quienes alberguen dudas no tienen más que leer un trabajo reciente -se dio a conocer en octubre del 2004- de los investigadores polacos J. Rajewska y B. Balasinska titulado Compuestos biológicamente activos de los hongos comestibles y su beneficioso impacto en la salud. A modo de resumen, ambos investigadores señalan: "Los hongos comestibles son una valiosa fuente de compuestos biológicamente activos. Algunos son usados para la prevención y terapia de enfermedades como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Su mecanismo antitumoral es complejo. Las sustancias biológicamente activas en los hongos disminuyen el daño sobre el ADN, reducen las concentraciones carcinógenas y su activación, inhiben el crecimiento de las células cancerosas a través de la eliminación de los radicales libres, estimulan el sistema inmune e inducen la apóptosis de las células tumorales. El estímulo del sistema inmunológico por los compuestos biológicamente activos presentes en los hongos comestibles protege contra el frío, la gripe y las infecciones. Y también ayuda en la inhibición viral del VIH. Los hongos contienen además sustancias eficaces que disminuyen la fracción LDL del colesterol en sangre. Asimismo previenen la acumulación de triacligliceroles en suero reduciendo así el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Propiedades terapéuticas que provienen de polisacáridos específicos como los betaglucanos y quitosanos presentes en ellos".
Los investigadores que han dedicado parte o la totalidad de su trabajo a las aportaciones de estos hongos coinciden en que hay un factor común que les hace únicos: la existencia de polisacáridos -básicamente macromoléculas de azúcar- entre los que destacan los beta-1,3 glucan y los beta-1,6 glucan que, según diversos estudios realizados desde la década de los años 60, estimulan las defensas del organismo.
El investigador de la Universidad de Haifa (Israel) Sp. Wasser afirma en su estudio Los hongos medicinales como fuente de polisacáridos antitumorales e inmunomoduladores publicado en noviembre del 2002 lo siguiente: "La actividad de los polisacáridos presentes en los hongos es especialmente beneficiosa en la experiencia clínica cuando se usa junto con la quimioterapia. Los polisacáridos previenen la oncogénesis, muestran actividad antitumoral directa contra diversos tipos de tumores y previenen la metástasis. Los polisacáridos no atacan a las células cancerosas directamente sino que provocan su efecto antitumoral activando diferentes respuestas inmunes en el organismo. Su acción antitumoral se consigue a través de un mecanismo inmuno-timo dependiente".
Estudios todos ellos que no hacen sino confirmar lo que P. K. Tsung, bioquímico y especialista en Medicina Tradicional China, escribió en su obra Anti-Cancer and Immuno-stimulating Polysaccharides en el boletín del Oriental Healing Arts Institute en 1987: "Los estudios sobre la actividad biológica o immunológica de los polisacáridos activos puede ser la base de la búsqueda de agentes anticancerígenos desde un punto de vista immunoterapéutico". Tsung y otros muchos investigadores creen que la actividad anticancerígena y la capacidad inmunoestimulante de estos polisacáridos produce un natural efecto antienvejecimiento razón por la cual han sido tradicionalmente identificados como hongos de la longevidad.
El investigador de la Universidad de Haifa (Israel) Sp. Wasser afirma en su estudio Los hongos medicinales como fuente de polisacáridos antitumorales e inmunomoduladores publicado en noviembre del 2002 lo siguiente: "La actividad de los polisacáridos presentes en los hongos es especialmente beneficiosa en la experiencia clínica cuando se usa junto con la quimioterapia. Los polisacáridos previenen la oncogénesis, muestran actividad antitumoral directa contra diversos tipos de tumores y previenen la metástasis. Los polisacáridos no atacan a las células cancerosas directamente sino que provocan su efecto antitumoral activando diferentes respuestas inmunes en el organismo. Su acción antitumoral se consigue a través de un mecanismo inmuno-timo dependiente".
Estudios todos ellos que no hacen sino confirmar lo que P. K. Tsung, bioquímico y especialista en Medicina Tradicional China, escribió en su obra Anti-Cancer and Immuno-stimulating Polysaccharides en el boletín del Oriental Healing Arts Institute en 1987: "Los estudios sobre la actividad biológica o immunológica de los polisacáridos activos puede ser la base de la búsqueda de agentes anticancerígenos desde un punto de vista immunoterapéutico". Tsung y otros muchos investigadores creen que la actividad anticancerígena y la capacidad inmunoestimulante de estos polisacáridos produce un natural efecto antienvejecimiento razón por la cual han sido tradicionalmente identificados como hongos de la longevidad.
EL REISHI (GANODERMA LUCIDUM)
El Reishi es un hongo comestible conocido en Japón y China desde hace al menos 2.000 años que ha sido estudiado por los médicos tradicionales chinos con interesantes respuestas clínicas. Era conocido como el Alimento que cura o la Seta de la inmortalidad por sus propiedades antienvejecimiento a pesar de lo cual sólo en los últimos 50 años ha despertado el interés científico occidental. De ahí que esté también presente en la mayoría de los estudios sobre hongos medicinales –especialmente sus principios activos- y si bien no hay demasiados ensayos clínicos en cáncer si hay abundante experiencia “in Vitro” y en animales además de evidencias clínicas indirectas que avalan su uso como suplemento en anticancerígenos.
“Basándonos en datos indirectos –afirma por ejemplo Raymond Y. Chang del Institute East-West Medicine de la Universidad de Cornell- las indicaciones para el uso del Ganoderma en el tratamiento del cáncer incluye la suplementación:
a) Para reducir los efectos secundarios durante el tratamiento con quimioterapia o radioterapia.
b) Para prolongar la supervivencia y minimizar la posibilidad de metástasis.
c) Para mejorar la calidad de vida. Y,
d) Para prevenir ocurrencia o repetición. En suma, aunque la cura de cualquier tipo de cáncer sólo con Ganoderma es improbable, es probablemente beneficioso bajo las circunstancias definidas en la mayoría de los casos de malignidad”.
Otros estudios científicos avalan esas conclusiones. En Inhibición de la per oxidación lipídica y del daño oxidativo del ADN a través del Ganoderma lucidum (2001) un grupo de investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Seúl confirmarían las expectativas: “Las especies de oxígeno reactivo (ROS) –como los aniones superóxidos y los radicales hidroxilos- están asociadas con carcinogénesis y otras condiciones patofisiológicas. Por consiguiente, la eliminación o inactivación de ROS o la inhibición de su generación en exceso pueden ser beneficiosas por lo que se refiere a reducir el riesgo para el cáncer y otras enfermedades. El Ganoderma lucidum ha sido usado en la medicina oriental tradicional y tiene potenciales actividades antiinflamatorios y antioxidantes. En este estudio nosotros probamos el fragmento del amino-polisacárido (designado como G009) del Ganoderma para probar su capacidad de proteger contra el daño oxidativo inducido por el oxígeno reactivo. Estos resultados sugieren que el G009 del Ganoderma lucidum posee potencial quimiopreventivo.
Los mismos efectos anticancerígenos se derivan de las investigaciones de J. Jian y V. Slivovareflejadas en el trabajo "El Ganoderma lucidum suprime el crecimiento de células de cáncer de pecho a través de la inhibición de la señalización Akt/NF-KappaB". Además de develar en él su mecanismo de actuación, los investigadores hacen un reconocimiento general de sus bondades. “El Ganoderma lucidum (Reishi) es un hongo asiático popular usado durante más de 2 milenios para la promoción general de salud siendo conocido como hongo de la Inmortalidad. También se usó en la Medicina Tradicional China para prevenir o tratar variadas enfermedades, incluido el cáncer. Nosotros hemos demostrado anteriormente que el Ganoderma lucidum inhibe el crecimiento de células de cáncer de pecho MD-MB-231 modulando la señalización de Akt/NF-KappaB y podría por tanto tener un uso terapèutico potencial para el tratamiento de cáncer de pecho”.
No es difícil encontrar numerosos estudios que, como en el caso del Shiitake, apuntan siempre en la misma dirección que los citados. Por eso todo lo estudiado y validado respecto a las propiedades antitumorales de los betaglucanos es extensivo al Reishi. Claro que además de polisacáridos betaglucanos antitumorales e inmunomoduladores el Reishi contiene un alto volumen de terpenoides, entre ellos el ácido ganodésico, molécula similar al esteroide humano con efecto antialérgico por ser inhibidor de la histamina y que posee efectos citotóxicos. También puede considerarse beneficioso para los pacientes de cáncer por su contenido en hemicelulosa de alto peso molecular –no absorbible pues por el ser humano- y a la que se relaciona con el arrastre de sustancias precancerígenas evitando su absorción y facilitando su excreción. Estas fibras parecieran actuar sobre todo en la prevención del cáncer de colón y recto. El Reishi es también rico en germanio que facilita la producción de interferón y disminuye el dolor en los estadios finales del cáncer por su efecto antiinflamatorio. Ha demostrado asimismo ser eficaz en el 74,9% de los casos de cáncer de hígado en un estudio dirigido por el biólogo Yan Xin, científico de la Universidad de Ciencias e Ingeniería de Beijing (China). Y con menores efectos secundarios que los tratamientos químicos convencionales.
También abundan los testimonios de médicos que han utilizado el hongo como parte del tratamiento de pacientes de cáncer. Es el caso del doctor Fukumi Morishige, colaborador del Instituto Linus Pauling, quien lo ha utilizado solo y en combinación con vitamina C. “Traté a una mujer de más de cincuenta años –recuerda Morishige- con cáncer de pecho. Después de la cirugía había desarrollado metástasis y cáncer pulmonar. Pues bien, empezó a consumir diariamente unos 6 gramos de Reishi durante 6 meses y el tumor pulmonar canceroso desapareció”. También confirmaría haber tenido éxito con otros tipos de cáncer “Hace algún tiempo –escribió- vino al hospital un paciente para el tratamiento de metástasis de cáncer rectal al hígado. Se le dieron 6 gramos de esencia de Reishi y a los 6 meses las tomografías revelaron que el tumor había disminuido a aproximadamente 1 centímetro. Normalmente el cáncer rectal es difícil de tratar. Algunos casos incluso son terminales. La recuperación de este paciente sólo podía deberse al Reishi. Aunque los casos de cáncer de cerebro, pulmones e hígado son los más serios pienso que son más fáciles de tratar que los casos que involucran órganos digestivos ya que es más duro para los pacientes de estos últimos ingerir el Reishi oralmente”.
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GANODERMA CONTRA DIABETES
A tener en cuenta tradicionalmente se ha recomendado en el tratamiento de la diabetes. En estos casos es imprescindible un seguimiento médico si decidimos tomarlo ya que al principio pueden descompensarse los niveles de glucosa. Normalmente en pocas semanas los niveles se corrigen.
A tener en cuenta tradicionalmente se ha recomendado en el tratamiento de la diabetes. En estos casos es imprescindible un seguimiento médico si decidimos tomarlo ya que al principio pueden descompensarse los niveles de glucosa. Normalmente en pocas semanas los niveles se corrigen.
EN TRATAMIENTOS
• Puede ser un buen complemento ante enfermedades cardiovasculares ya que se le atribuyen reductores del colesterol, de la hipertensión, antiagregantes plaquetarios, efectos anticoagulantes. Investigadores en China encontraron que el Ganoderma mejora el flujo sanguíneo y baja el consumo de oxígeno del músculo cardíaco.
• En 1990, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio, encontraron que el Ganoderma también puede ser eficaz en inflamaciones osteoarticulares, tortícolis y contracturas musculares.
• El Ganoderma se suele usar en China para el tratamiento de problemas del hígado como las hepatitis y la cirrosis.
• Colabora en la lucha contra las enfermedades alérgicos incluyendo el asma y las dermatitis.
• En Japón se han conducido extensos estudios del Ganoderma en la investigación contra el cáncer y se ha comprobado científicamente que posee efectos anti-tumorales. Puede ser, pues, un buen aliado en la prevención y tratamiento de procesos oncológicos. El Dr Leow Song Seng afirma que eso es gracias a unos polisacáridos llamados Beta-D-glucán que fortalecen nuestro sistema inmunológico. Su gran experiencia con el Ganoderma también le han llevado a confirmar que altas dosis de vitamina C incrementan la efectividad de este hongo (la dosis dependerá de cada caso).
COMPONENTES
PRINCIPIOS ACTIVOS: Abundantes polisacáridos (beta-D-glucana, arabinogalactanas, ganoderanas A, B y C), triterpenos (ácidos ganodéricos A, B, C, D, F, H, K, M, R, S e Y, ganodermadiol, derivados del ácido lanostaoico), esteroides (ganodosterona), ácidos grasos insaturados (oleico), trazas de alcaloides, prótidos (ling zhi-8), glicoproteínas (lectinas), minerales (germanio organico, calcio, hierro y fósforo) y vitaminas (B, C y D).
PROPIEDADES: Los polisacáridos de alto peso molecular tienen acción inmunoestimulante, antitumoral (potencia la producción de citocinas por los macrófagos y linfocitos T y aumenta los niveles de interleucina IL-1beta, IL-2 e IL-6, factor de necrosis tumoral alfa y la liberación de interferón gamma), antiviral (sobre todo preventivamente), antinociceptiva (reducción de la sensación de dolor) e hipoglucemiante. Los triterpenos tienen acción antiinflamatoria, hipolipemiante (reduce los niveles de colesterol y triglicéridos), antihipertensiva y hepatoprotectora (reforzada por la ganodosterona). Comprobado su efecto antifibrótico sobre el hígado, rebaja el contenido de colágeno hepático, normaliza la estructura hepática alterada y reduce los niveles de aspartato transaminasa (AST), alanina transaminasa (ALT), GOT, lactodeshidrogenasa (LDH), fosfatasas alcalinas y bilirrubina total. Los ácidos ganodéricos y oleico le proporcionan acción antihistamínica. Acción de antiagregante plaquetario y relajante muscular.
PRINCIPIOS ACTIVOS: Abundantes polisacáridos (beta-D-glucana, arabinogalactanas, ganoderanas A, B y C), triterpenos (ácidos ganodéricos A, B, C, D, F, H, K, M, R, S e Y, ganodermadiol, derivados del ácido lanostaoico), esteroides (ganodosterona), ácidos grasos insaturados (oleico), trazas de alcaloides, prótidos (ling zhi-8), glicoproteínas (lectinas), minerales (germanio organico, calcio, hierro y fósforo) y vitaminas (B, C y D).
PROPIEDADES: Los polisacáridos de alto peso molecular tienen acción inmunoestimulante, antitumoral (potencia la producción de citocinas por los macrófagos y linfocitos T y aumenta los niveles de interleucina IL-1beta, IL-2 e IL-6, factor de necrosis tumoral alfa y la liberación de interferón gamma), antiviral (sobre todo preventivamente), antinociceptiva (reducción de la sensación de dolor) e hipoglucemiante. Los triterpenos tienen acción antiinflamatoria, hipolipemiante (reduce los niveles de colesterol y triglicéridos), antihipertensiva y hepatoprotectora (reforzada por la ganodosterona). Comprobado su efecto antifibrótico sobre el hígado, rebaja el contenido de colágeno hepático, normaliza la estructura hepática alterada y reduce los niveles de aspartato transaminasa (AST), alanina transaminasa (ALT), GOT, lactodeshidrogenasa (LDH), fosfatasas alcalinas y bilirrubina total. Los ácidos ganodéricos y oleico le proporcionan acción antihistamínica. Acción de antiagregante plaquetario y relajante muscular.
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